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Obamacare: indiferencia y pánico ante los cambios

Denise Martinez Gascoigne, 49, and her husband Paul Gascoigne, 49, are paying $1130 in premiums each month for a health plan they say they can’t afford to use. (Courtesy of Denise Gascoigne)

Denise Martinez Gascoigne, de 49 años, y su esposo Paul Gascoigne, de 49, están pagando $1.130 en primas mensuales por un plan de salud que ni siquiera usan. (Foto cortesía Denise Gascoigne)

Los 20 millones de estadounidenses que han ganado cobertura de salud bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) aún no saben exactamente cómo sus vidas cambiarán bajo la presidencia de Donald Trump, y las reacciones a esa incertidumbre van desde la ansiedad hasta la apatía.

“Mi teléfono está sonando todo el tiempo”, dijo Billy Bradford, un corredor de seguros en Montgomery, Alabama. “Aquí, la gente está en pánico”.

Una de las llamadas fue de una pareja de adultos mayores que se habían jubilado recientemente. Ahora, el matrimonio paga $57 por mes por su plan de salud. Sin el subsidio que reciben a través de la ley, el costo se disparará hasta $2.000 al mes. “Me llamaron llorando lágrimas de miedo. Sus viejos trabajos no los recontratarían y tienen una salud precaria”, dijo Bradford.

Pero otro grupo de consumidores, que tal vez son más saludables o sienten que están pagando demasiado por su escasa cobertura, podrían darle la bienvenida a un cambio.

Trump dijo al Wall Street Journal el 11 noviembre que la ley sería “derogada y reemplazada, o enmendada”. En una entrevista que concedió al programa 60 minutos dos días después, Trump fue optimista pero vago sobre lo que podría ser ese cambio: “Será una gran atención de salud por mucho menos dinero”, dijo.

Está bien documentado que el público sigue profundamente dividido sobre la ley, que ha sido polémica desde que se aprobó en el 2010. Una encuesta reciente de Gallup reveló que el 51 por ciento de los encuestados está a favor de la derogación del Obamacare, mientras que el 45 por ciento se opone a la derogación de la ley, lo que ha sido muy controversial. Pero de los estadounidenses realmente inscriptos en la cobertura del mercado o en el Medicaid expandido, alrededor del 80 por ciento dice que está algo o muy satisfecho con la cobertura, de acuerdo con una encuesta realizada por el Commonwealth Fund.

Denise Martinez Gascoigne, de 49 años, quien vive en Greenland, New Hampshire, ha estado pagando $1.130 en primas cada mes por el seguro para su familia de cuatro miembros, que compra a través del mercado de seguros estatal. Su deducible es de $5.000 por persona. Gascoigne y su esposo trabajan por cuenta propia y ganan demasiado dinero para calificar para un subsidio.

“Es tan ridículo que paguemos más de $1.100 al mes, y seguimos pagando la factura por cualquier receta o procedimiento que podamos necesitar, además del seguro de salud”, dijo. “Simplemente no vamos al médico”. Se prevé que su prima aumente a casi $1.330 en el 2017.

Gascoigne, que es demócrata, está “muy decepcionada y angustiada” por los resultados de las elecciones y apoya un sistema en el que el gobierno pague todos los costos de salud. No obstante, dijo, es “algo indiferente” a los cambios inminentes de la Ley de Cuidado de Salud Asequible.

Pero en Crystal, Minnesota, Xochitl Mendoza Ramírez está lejos de ser indiferente. Ella tiene miedo de perder su cobertura: “Tenía ganas de vomitar. Los últimos dos días, he tenido arranques de llanto en el trabajo”.

Ramírez, de 22 años, le ha dado buen uso al seguro que obtiene a través de la expansión en su estado del Medicaid, el programa del gobierno para personas de bajos ingresos. “Si no fuera por la Ley del Cuidado de Salud Asequible, no habría manera de que me hubieran extirpado la vesícula biliar y ni siquiera hubiera ido al  médico. Yo no podía pagarlo”. También depende del seguro para terapia y medicamentos para su trastorno bipolar.

Ramírez no sabe cómo obtendrá un seguro de salud si quitan la expansión del Medicaid. Ella tiene dos trabajos de medio tiempo en tiendas, pero ninguno ofrece seguro médico. Es probable que cualquier cambio en la ley tarde meses o años antes de entrar en vigor, pero Ramírez ya se está preparando para lo peor. “Tan pronto como supe que (Trump) fue elegido, empecé a hacer llamadas telefónicas para obtener un DIU”, dijo, refiriéndose a un dispositivo intrauterino para el control de la natalidad de larga duración. Encontró pronto a un médico para hacer el procedimiento.

Tuan Nguyen, de 38 años, quien vive en San José, California, ha estado pagando $105 al mes por un plan subsidiado por el mercado de seguros. Recientemente, le diagnosticaron problemas digestivos y de reflujo gastroesofágico, y se alegró de que cada visita al médico le costara sólo $5.

“Estoy contento con el plan. Estoy triste porque me lo puedan quitar justo cuando realmente lo necesito”, dijo. “Si el subsidio desaparece, tendré que pagar el precio completo, cerca de $500. Puedo pagarlo, pero es algo que definitivamente tomará una porción grande de mis ingresos”.

Pero está mucho más preocupado por su madre, que está siendo tratada por un cáncer de pulmón en estadio 4, y recibe su seguro a través del programa del Medicaid de California. A Nguyen le preocupa que, si los republicanos cambian la forma en que pagan por el Medicaid al hacer el programa de subvenciones en bloque, como lo han prometido, los fondos para los medicamentos de su madre, de $8.000 al mes, pudieran acabarse. “He pensado en esto los últimos días. Ha estado en mi mente de manera obsesiva”, dijo. “En este momento ella está recibiendo medicamentos que están extendiendo su vida. Podría permitirle vivir años en lugar de meses… ¿Van a cortar sus medicamentos? ”

Rebecca Geitz, de Austin, Texas, dijo que sus primas subvencionadas han sido asequibles, pero su plan “es lo más inútil del mundo. Nadie lo toma”. Cuando Geitz, de 33 años, se enfermó, sus copagos fueron tan caros que, dijo, fue más barato simplemente pagar una clínica de urgencias de su propio bolsillo. Sin embargo, comentó: “sé que si ocurre una emergencia grave mi cobertura ayudaría un poco”. Si la ley es derogada, le preocupa que ni siquiera tenga eso.

Richard Coppola, de 48 años, cree que la Ley del Cuidado de Salud Asequible ha sido un fracaso. Paga $378 por un plan con un deducible de $2.000, y sus primas van a ser de $480 el próximo año. Pero, aun así, dijo, está “aterrorizado” por volver a un mundo sin seguro. Le preocupa un sistema en el que se le podría negar cobertura por haber tenido un lunar que le extirparon hace años. También le preocupa que se restablezcan los límites de costos de por vida y quiten los subsidios para las personas de bajos ingresos.

“ACA es un pedazo de basura -dijo Coppola-, pero lo que hubo antes era tierra de nadie“.

Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorialmente independiente de la Kaiser Family Foundation.

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