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Decisión de Eli Lilly de bajar el precio de su insulina logrará cambios históricos en los costos

Decisión de Eli Lilly de bajar el precio de su insulina logrará cambios históricos en los costos

Logo de Elly & Co en una caja de insulina. (Bloomberg/Getty Images)

Cuando la farmacéutica Eli Lilly anunció el miércoles 1 de marzo que reducirá drásticamente el precio de lista de algunos de sus productos de insulina —luego de años de críticas de legisladores y activistas de que el precio de la hormona que salva vidas se había vuelto inasequible—, la noticia generó dudas sobre qué sucederá con otros esfuerzos para proporcionar insulina a bajo costo.

Por ejemplo, Civica, un laboratorio sin fines de lucro con sede en Utah, ha dicho que planea comenzar a vender insulina biosimilar por aproximadamente $30 por vial para 2024, $5 más que el nuevo precio de la insulina genérica de Eli Lilly.

En diciembre, el empresario multimillonario Mark Cuban dijo que su nueva compañía, Mark Cuban Cost Plus Drug Co., planeaba vender insulina a bajo costo. Y California está a punto de lanzar un ambicioso programa para fabricar su propia marca de la hormona, así como genéricos de otros medicamentos recetados costosos.

Expertos en precios de medicamentos celebraron la noticia de Eli Lilly y pronosticaron que la medida no socavará esos esfuerzos. Y estas otras iniciativas para llevar al mercado insulina de menor costo, a su vez, presionarían a Eli Lilly para que mantuviera sus precios bajos.

Juntos, ayudarían, no obstaculizarían, lo que podría convertirse en una carrera para bajar los precios de la insulina hasta lo menos posible.

“Mientras más competencia, más estable será esta solución para que dentro de cinco a 10 años los precios no vuelvan a subir”, dijo el doctor Vincent Rajkumar, oncólogo de la Clínica Mayo que ha criticado los altos costos de los medicamentos.

La presión podría causar más consecuencias. Tras la noticia de Eli Lilly, el senador Bernie Sanders (independiente de Vermont) envió cartas a los otros dos principales fabricantes de insulina, Sanofi y Novo Nordisk, pidiéndoles que hicieran lo mismo.

Las personas con diabetes, especialmente aquellas con tipo 1 que necesitan el medicamento para sobrevivir, se beneficiarán. Sin embargo, aunque algunos de los críticos persistentes de Eli Lilly elogiaron la decisión, señalaron que aún queda trabajo por hacer para que la insulina sea ampliamente asequible.

“La competencia adicional y otros movimientos de responsabilidad siguen siendo increíblemente necesarios porque las empresas pueden volver a aumentar su precio de lista en cualquier momento”, dijo Elizabeth Pfiester, fundadora de T1International, una organización sin fines de lucro que defiende a las personas con diabetes. “Es por eso que el gobierno también necesita regular a los fabricantes de insulina para hacerlos responsables”.

La compañía de Cuban no respondió a las solicitudes de comentarios sobre cómo los recortes de Eli Lilly podrían afectar sus esfuerzos. Pero el plan de Civica permanece sin cambios luego de la noticia, dijo la vocera Debbi Ford. “Desde el principio, hemos dicho que no estamos ingresando a los mercados de medicamentos para participar del mercado”, dijo Ford. “Estamos participando por el impacto en el mercado”.

El gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, tuiteó ese miércoles que “los precios altísimos de la insulina la han puesto fuera del alcance de muchos” y su estado fabricará su “PROPIA insulina y garantizará que todos los que necesitan acceso a este medicamento” puedan pagarla. “Ahora, Eli Lilly está reduciendo su costo”, escribió Newsom. “Sigamos así”.

El año pasado, los legisladores de California aprobaron $100 millones para que el estado hiciera contratos para tener insulina más barata y fabricara el medicamento que salva vidas, eliminando a las farmacéuticas y a las empresas intermediarias que se suman al precio que pagan los consumidores.

Newsom ha dicho que la insulina de California estaría disponible “a un precio más barato, cercano al costo”. Sin embargo, los funcionarios no han dicho cuándo la insulina estatal estará disponible, o cuánto costará exactamente.

“El objetivo de California era introducir competencia en el mercado de la forma en que pudieran manejarla”, dijo Robin Feldman, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de California en San Francisco, que estudia el mercado de la insulina. “Si el ingreso de California da como resultado que los precios de otros fabricantes bajen, eso será algo bueno”.

Los recortes de precios de Eli Lilly se aplican a lo que describió como sus insulinas “más comúnmente recetadas”, pero Feldman señaló que esos son productos de insulina más antiguos. Aunque los funcionarios de California no han publicado detalles sobre qué productos de insulina se incluirían en su programa, Feldman dijo que espera que el estado ofrezca una variedad para cubrir el mercado.

“No está dirigido a ninguna compañía ni a ningún fármaco”, dijo. “Su objetivo es hacer que la insulina asequible esté disponible en el mercado y ejercer presión sobre otras compañías”, agregó.

Washington y Maine también están explorando formas de llevar insulina barata a los consumidores, y las grandes compañías de seguros prometieron millones en un acuerdo con Civica para fabricar insulina más barata.

El campo de juego de los recién llegados tiene como objetivo abrir el mercado de la insulina porque tres compañías farmacéuticas, Eli Lilly and Co., Sanofi y Novo Nordisk, han dominado durante mucho tiempo el suministro de insulina del país, y permitieron que sus precios aumentaran dramáticamente.

El precio de uno de los productos de Eli Lilly, por ejemplo, aumentó de $21 a $255 por vial entre 1996 y 2016.

El doctor Michael Sinha, profesor de derecho de la Universidad de St. Louis, dijo que Eli Lilly podría haber visto una amenaza en las iniciativas de insulina con descuento.

“Esto podría ser una respuesta a algunas de esas iniciativas y la amenaza inminente de pérdidas realmente pronunciadas en términos de participación de mercado”, dijo Sinha.

Por su parte Inmaculada Hernández, profesora farmacéutica de la Universidad de California-San Diego, ofreció otra posible razón para el recorte de precios: los cambios en la forma en que  Medicaid paga los medicamentos.

A partir de 2024, dijo Hernández, los fabricantes de medicamentos podrían estar obligados a pagar tarifas, conocidas como reembolsos, a Medicaid por medicamentos como la insulina que han tenido fuertes aumentos de precios. Al reducir el precio de lista de la insulina, Eli Lilly podría evitar esos costos, dijo Hernández.

Hernández agregó que comprender los incentivos detrás de la decisión de Eli Lilly de reducir los precios de lista podría ayudar a reducir el precio de otros medicamentos que los pacientes tienen problemas para pagar.

Si los fabricantes de esos otros medicamentos también reducen drásticamente sus precios de lista antes de 2024, podría mostrar la efectividad de la nueva política federal. Si no lo hacen, podría subrayar la importancia de factores exclusivos de la insulina, como la presión pública por parte de políticos y activistas, o la competencia en el mercado de iniciativas como la de California.