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Falta de supervisión eficiente hace que no se controlen falencias en la atención en hogares de adultos mayores, según auditoría

Una punzante auditoría estatal revela que los reguladores de salud de California han permitido una proliferación de atención deficiente en los hogares de adultos mayores, y que, como consecuencia, el número de incidentes que podrían causar lesiones graves o la muerte haya aumentado significativamente en los últimos años.

El auditor estatal criticó particularmente al Departamento de Salud Pública de California (CDPH), diciendo que no había realizado las inspecciones necesarias ni emitido citas oportunas por la atención deficiente. La auditoría, publicada hace pocos días, también encontró que las decisiones tomadas por el departamento sobre las licencias de los hogares de adultos mayores eran inconsistentes y carecían de transparencia.

“Juntas, estas fallas en la supervisión aumentan el riesgo que estos lugares no proporcionen la atención adecuada a algunos de los residentes más vulnerables del estado”, escribió la auditora estatal de California, Elaine Howle.

A través de los Estados Unidos, los problemas de responsabilidad y seguridad en los hogares de adultos mayores están extendiéndose. Inspecciones federales revelan, por ejemplo, que el control de infecciones se ignora de manera rutinaria. Al mismo tiempo, la administración Trump redujo el uso de sanciones para castigar a los hogares que ponen a los residentes en riesgo de lesiones.

En California, los casos confirmados de atención deficiente en hogares de adultos mayores aumentaron un 31% entre 2006 y 2015, según la nueva auditoría. Y los incidentes de incumplimiento en estos hogares que causaron o podrían haber causado lesiones graves, o incluso la muerte, aumentaron en un 35% en el mismo período.

En una respuesta por escrito, publicada en el informe del auditor, el Departamento de Salud Pública rechazó la acusación de falta de supervisión. “El CDPH no está de acuerdo con esta conclusión”, escribió Karen Smith, directora de la agencia. “De hecho, CDPH cree que el aumento en el número de… deficiencias citadas demuestra que el CDPH ha aumentado sus actividades de supervisión”.

Pero la auditoría mostró que en la gran mayoría de los casos en que los investigadores encontraron problemas que podrían dañar gravemente a los residentes, CDPH no citó ni multó a la instalación involucrada.

“Existe la expectativa de un nivel de cuidado y seguridad”, dijo el asambleísta estatal Jim Wood (demócrata de Healdsburg). “Cuando eso no sucede, es realmente desconcertante”.

Wood agregó que era “muy, muy inquietante” que el departamento de salud pública no responsabilizara a los hogares de adultos mayores. La falta de citaciones, así como las demoras en emitirlas, son particularmente preocupantes, dijo. “No están haciendo su trabajo”.

La legislatura de California ordenó la auditoría el año pasado luego de una solicitud de Wood, quien preside el Comité de Salud de la Asamblea, y del senador Mike McGuire (demócrata de Healdsburg).

En su respuesta escrita, Smith desestimó la afirmación que la concesión de licencias era inconsistente, diciendo que el auditor no entendía completamente el proceso. Pero sí estuvo de acuerdo con que el departamento debe emitir citas de una manera más oportuna, y dijo que está trabajando en eso. La agencia ha comenzado a capacitar a los investigadores para que escriban citas de forma adecuada, y está creando una plantilla estándar, agregó.

La calidad de la atención en los hogares de adultos mayores será crítica a medida que los baby boomers (los que nacieron en los 20 años

que siguieron el fin de la Segunda Guerra Mundial) envejecen y la demanda de estos servicios crece, escribió el auditor.

La auditoría estatal también investigó a tres grandes operadores privados de residencias de adultos mayores, cuyos ingresos netos se dispararon en la última década: de menos de $10 millones cada uno en 2006 a $35 a $54 millones en 2015. Dijo que los propietarios de esas tres compañías están inflando sus ganancias al hacer negocios con empresas de su propiedad, o en las que tienen un interés financiero.

Las tres compañías, Brius Healthcare Services, Plum Healthcare Group y Longwood Management Corp., pagaron entre $37 millones y $66 millones a compañías relacionadas con ellas, de 2007 a 2015, según la auditoría.

El informe destacó a Brius, que ha sido objeto de cobertura en los medios, investigaciones y demanda por muerte injusta (en inglés “wrongful death”, cuando una persona muere a causa de un acto equivocado, por ejemplo, negligencia). Un informe del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, afirmó que el propietario, Shlomo Rechnitz, gastó millones de dólares en compañías que posee para proporcionar bienes y servicios a sus hogares. La auditoría estatal descubrió que Brius había sido citado por cuidados deficientes más a menudo que otros operadores de residencias en el estado.

Mark Johnson, abogado que representa a Brius, dijo que la evaluación de la auditoría era defectuosa debido a errores en los datos. Las ganancias de la compañía aumentaron porque la compañía creció, pero la ganancia por cama en realidad disminuyó, explicó.

Las transacciones entre empresas relacionadas “son el estándar de la industria”, argumentó Johnson. “Lleva a una mayor eficiencia”.

Esta práctica se está volviendo más común en todo el país. Kaiser Health News descubrió el año pasado que aproximadamente tres cuartas partes de los hogares de adultos mayores en el país subcontratan servicios a empresas que controlan, o en las que tienen interés. Esos hogares también tienen tasas más altas de lesiones de pacientes, según descubrió Kaiser Health News.

Según la auditoría, el riesgo de tales acuerdos es que los propietarios inflarán sus precios para aumentar las ganancias entre empresas, y que es más fácil para empresas de propiedad común participar en fraudes y ocultarlos.

Medi-Cal, el programa de seguro de salud del estado para personas de bajos ingresos, es el mayor pagador de cuidado de adultos mayores en el estado. Sin embargo, la auditoría concluyó que, debido a las salvaguardas, es “extremadamente improbable” que Medi-Cal pague por las ganancias que las empresas obtienen de sus transacciones con partes relacionadas.

Sin embargo, Michael Connors, de California Advocates for Nursing Home Reform, expresó alarma por el hecho que los operadores de hogares obtengan grandes ganancias haciendo negocios con sus propias compañías. Las cadenas de hogares están utilizando estas ofertas para “desviar el dinero destinado a la atención con el fin de proteger y ocultar las ganancias”, y eso perjudica a los residentes, dijo.

Hay una legislación pendiente en la Asamblea estatal que aumentaría la transparencia de las relaciones entre los propietarios de hogares de adultos mayores.

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